En industrias con estrictos requisitos de higiene, como la alimentaria, la de bebidas y la farmacéutica, la instrumentación de proceso no solo debe garantizar la precisión y la estabilidad de las mediciones, sino también cumplir con rigurosos estándares de diseño higiénico. Como uno de los dispositivos de medición más utilizados, los transmisores de presión higiénicos se enfrentan a importantes desafíos en cuanto a diseño estructural, selección de materiales y detalles del proceso, todo lo cual afecta directamente la seguridad y la limpieza del producto. Este artículo explicará las consideraciones clave de diseño higiénico para transmisores de presión higiénicos, centrándose en la estructura de la rosca, la selección del fluido de llenado y el diseño higiénico de las superficies que no entran en contacto con el producto.
3.5 Estructura de la Rosca
La estructura roscada también es una conexión de proceso común para transmisores. Para productos higiénicos, generalmente no se recomienda el uso de estructuras roscadas difíciles de limpiar, ya que pueden causar una contaminación innecesaria del producto medido. Si es inevitable, se deben evitar las roscas abiertas en las superficies de contacto con el producto y no se recomiendan las conexiones de rosca cerrada entre el sensor y los accesorios de tubería. Esto se debe a que, si el sello primario está dañado, es muy probable que se produzcan fugas de producto en las roscas, lo que dificulta la limpieza. Cuando se utilizan roscas cerradas, el conjunto debe cumplir la siguiente condición: solo debe utilizarse para ensamblar la sonda del sensor al componente o adaptador del sensor. Las roscas de los componentes de montaje deben estar selladas en la superficie de contacto con el producto para evitar que el medio, el líquido o los microorganismos entren en contacto con ellas. Si existen cavidades detrás de las roscas, cualquier fuga a través de ellas debe ventilarse directamente a la atmósfera o conectarse a través de un puerto de detección de fugas.
3.6 Selección del fluido de llenado interno
Los transmisores de presión convencionales suelen utilizar un fluido de llenado para la transmisión de presión. Para un diseño higiénico, la selección del fluido de llenado también es crucial, ya que cualquier fuga podría contaminar directamente el producto medido. El fluido de llenado debe ser atóxico e inocuo, garantizando que, incluso en caso de fuga, no cause contaminación secundaria al producto medido. De acuerdo con las Normas Sanitarias 3-A, el fluido de llenado debe estar certificado por la FDA de EE. UU.
4 Diseño Higiénico de Superficies sin Contacto con el Producto
4.1 Acabado de la Superficie
Las superficies sin contacto con el producto deberán ser relativamente lisas, sin picaduras ni grietas, y no se utilizarán superficies moleteadas. Las superficies deberán diseñarse y construirse para facilitar la limpieza e inspección, evitando la acumulación de líquidos o residuos de producto que podrían dificultar su limpieza. Las superficies deberán diseñarse para minimizar la retención de líquidos y garantizar que estos no fluyan sobre las superficies en contacto con el producto. Si la superficie externa del transmisor no es de metal resistente a la corrosión, deberá pintarse o recubrirse. Cualquier pintura o recubrimiento utilizado debe resistir el descascarillado, las abolladuras, el descascarillado, la formación de ampollas o la deformación en las condiciones de funcionamiento previstas, incluidas la limpieza y la esterilización.
4.2 Soldadura
Las uniones permanentes se realizarán mediante soldadura continua. Las superficies soldadas deberán ser lisas y uniformes, sin defectos como picaduras, pliegues, grietas o fisuras. No se requiere esmerilado ni pulido posterior a la soldadura.
4.3 Tornillos y Roscas
Por lo general, no se utilizarán tornillos de cabeza hueca. En su lugar, se utilizarán tornillos con diseños drenables, como tornillos de cabeza plana ranurada. Los tornillos de cabeza hueca solo se pueden usar en lugares alejados o aislados de las superficies de contacto con el producto y de la posible acumulación de residuos, pero deben ser drenables. No se utilizarán remaches, excepto en las placas de identificación de la carcasa del transmisor.
Se deben evitar las roscas abiertas siempre que sea posible. Cuando sea necesario, la longitud de la rosca no debe exceder la mitad del diámetro nominal. Las roscas que puedan estar expuestas a salpicaduras durante la producción o la limpieza deben cubrirse con tuercas selladas.
4.4 Placas de identificación
Las etiquetas de información y las placas de identificación deben estar grabadas con ácido o láser, soldadas continuamente y selladas herméticamente al transmisor. También se aceptan placas de información y placas de identificación adhesivas no metálicas. Las etiquetas de información y las placas de identificación también pueden fijarse al transmisor mediante conectores extraíbles.
4.5 Capilares y cables
Todos los capilares y cables interconectados deben contar con fibras ópticas resistentes a la corrosión, con superficies lisas y fáciles de limpiar. Si están blindados, deben estar recubiertos con acero inoxidable en espiral y un revestimiento de plástico, y no deben quedar expuestos.

En resumen, los transmisores de presión higiénicos en aplicaciones de procesos higiénicos no solo deben cumplir con los requisitos de medición, sino también con las normas internacionales de higiene en cuanto a estructura, materiales y proceso. El diseño adecuado de la rosca, la selección del fluido de llenado adecuado y un control estricto de las superficies sin contacto, las soldaduras, los sujetadores y los cables son clave para garantizar la limpieza y la seguridad. Al adherirse a estos principios, los transmisores de presión higiénicos pueden ser eficientes y fiables en la producción real, a la vez que previenen la posible contaminación secundaria del producto.


